Plantas medicinales para superar la vuelta a la rutina

Que el verano es la época favorita de la gran mayoría de nosotros no es nada desconocido. Y que cuando las merecidas y deseadas vacaciones se terminan, lo hacen con efectos colaterales.

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Que el verano es la época favorita de la gran mayoría de nosotros no es nada desconocido. Y que cuando las merecidas y deseadas vacaciones se terminan, lo hacen con efectos colaterales.

Qué son las plantas medicinales y para qué sirven

La rutina que en el día a día nos sostiene puede ser en ocasiones, difícil de retomar, y es normal que retomar las tareas diarias nos resulte más difícil y tedioso. De hecho, cada vez se habla más del “síndrome post vacacional” en aquellas personas en las que la vuelta a su rutina supone un impacto real en su calidad de vida.

Algunos trucos para que este golpe de realidad sea lo menos profundo posible es no tomarnos las vacaciones como un puente para desconectar al 100% de nuestro autocuidado. Si bien es necesario (y mucho) salir de la rutina, en ocasiones este break viene acompañado de una ruptura con nuestros hábitos saludables:

Durante el verano tendemos a beber más alcohol de lo habitual, comer peor y frenar nuestros hábitos de deporte. Nos deshidratamos más, nos exponemos más al sol y esto acaba resultando en llegar al final del verano más inflamados y con retención de líquidos, con mayor estrés oxidativo, habiendo sufrido peores digestiones y durmiendo peor.


Plantas medicinales para la vuelta a la rutina

Es por eso que cuando estamos justo a punto de comenzar septiembre es un buen momento para hacer una depuración, deshacernos de esa inflamación, y sentirnos mucho más detoxificados y depurados. Y es aquí donde, de nuevo, las plantas medicinales pueden ayudarnos y mucho. Te explico qué son las plantas medicinales y para que sirven:

Boldo

Es una planta fantástica para personas que necesitan hacer limpieza hepática, ya que la boldina que contiene tiene funciones hepatoprotectoras y también para aquellas personas tienen problemas digestivos relacionados con la digestión de las grasas.

Esta planta se engloba en las coleréticas/colagogas, pues estimula la síntesis de bilis por parte del hígado, fundamental para poder digerir las grasas y absorberlas correctamente. Si después de las vacaciones observas que tus heces flotan o más pesadez en la digestión de las grasas, es tu planta. Puedes tomarla tanto en forma de infusión o como suplemento.


Cúrcuma

La cúrcuma, una raíz de la familia del jengibre, tiene un gran poder antiinflamatorio y antioxidante, gracias a la curcumina, el compuesto responsable de su característico color amarillo.

Al ayudar a prevenir la inflamación y la oxidación, tiene un efecto protector en enfermedades derivadas de estos estados (enfermedades cardiovasculares, osteoporosis, algunos tipos de cáncer... De hecho, India, donde el curry es la base de su gastronomía, es uno de los países con menor prevalencia de patologías gástricas.

Puedes consumirla directamente como especia, eso sí, recuerda que tiene que ser consumida en presencia de pimienta, ya que mejora su biodisponibilidad y su absorción, potenciándose su actividad antiinflamatoria en un 2000%.

También mejora su absorción en presencia de grasas saludables: aceite de oliva, aguacate, nueces, aceitunas…

Es ideal para consumirla después de haber cometido excesos con la comida y la bebida y dejado de lado el ejercicio físico, ya que estaremos más inflamados.

Si lo eliges en forma de suplemento, recuerda que sea liposomada, como esta.


Adaptógenos

Rhodiola, o ginseng de Siberia, ashwaganda, reishi, ginseng, maca.. Te suenan, ¿verdad? Son plantas que aumentan la habilidad del cuerpo para lidiar con los estresores: Mitigan los sistemas sobreactivados, y simultáneamente impulsan los agotados, es decir, nos ayudan a adaptarnos al estrés y de ahí su nombre, adaptógenos.

Tenemos en nuestro cuerpo un gran encargado de regular el estrés: El eje Hipotálamo-Hipófisis-Suprarrenal (HHS). Cuando estamos sometidos a estrés, ya sea físico o emocional, este eje se desregula.

En situaciones en las que el estrés nos desborda, como puede ser afrontar de forma simultánea la vuelta a la rutina de trabajo, estudio, entrenamiento, los niños al colegio… Podemos sufrir un poquito de fatiga adrenal, y reflejarlo en ese cansancio y desmotivación característicos de la “vuelta al cole” (a la edad que sea).

Los adaptógenos nos darán ese extra de energía y vitalidad.

Además, durante la vuelta a la rutina es más fácil contraer catarros y que nuestro sistema inmune se debilite, en parte por el bajón en la exposición al sol y con ello de síntesis de vitamina D, y en parte por la vuelta del estrés: Un cuerpo estresado y en lucha/huida también llevará de la mano un sistema inmune debilitado, así que los adaptógenos serán una gran ayuda en este sentido también.

Mi suplemento favorito de adaptógenos es este.


Diente de león

La joya de la corona. Reúne dos de las funciones necesarias en un detox: Es diurética y hepatoprotectora.

Si bien lo más llamativo de esta planta son las flores, el verdadero secreto de su acción se encuentra en sus hojas: Contienen gran cantidad de sales potásicas que van a ayudar a liberar líquidos a nivel renal y deshincharnos. También, al ser hepatoprotectora, actúa sobre las vías de detoxificación hepáticas, ayudándonos a eliminar toxinas acumuladas.

De la misma forma que el boldo, podemos encontrarlo en forma de suplemento o de infusión.

Un suplemento que combina varias de estas plantas medicinales y curativas es este, seguro que se convierte en un gran aliado para la vuelta a la rutina.

La vuelta a la rutina es un buen punto de partida para instaurar mejores hábitos que nos llenen y duren a lo largo del tiempo y que no den tanto trabajo a nuestras vías de detoxificación para que así, los detox sean cada vez menos necesarios. Además, ahora que ya conoces qué son las plantas medicinales puedes incorporarlas en tu rutina diaria.