¿Sabías que más del 80% de la serotonina se encuentra en el tubo digestivo?
Es importante destacar que la serotonina, sustancia que encontramos en el cuerpo humano, capaz de desempeñar roles de vital importancia como el control del estado de ánimo, sueño, apetito y la función intestinal, se ubica mayoritariamente en el tracto gastrointestinal.
El intestino produce y almacena aproximadamente un 90% de la serotonina total que encontramos en nuestro organismo. Juega, por tanto, un papel crucial en la comunicación entre el intestino y el cerebro, afectando tanto al estado de ánimo como al apetito, entre otros.
Este eje intestino - cerebro actualmente tiene gran relevancia. Se ha descubierto que se trata de un sistema de comunicación bidireccional, que implica señales neuronales, hormonales e inmunológicas, y que, por tanto, influye en gran medida en el mantenimiento de un estado de ánimo positivo.
Se cree que las alteraciones en la producción de serotonina intestinal pueden estar relacionadas con trastornos del estado de ánimo, como la ansiedad o la depresión, circunstancias que afectan a nuestro bienestar emocional.
Trastornos del estado de ánimo
Consideramos que los trastornos del estado de ánimo son condiciones médicas muy diversas que pueden afectar al estado emocional de las personas, debido a que tienen un impacto significativo en la propia calidad de vida.
De entre todos los existentes, podríamos destacar la depresión, caracterizada por una profunda sensación de tristeza, pérdida de interés o de placer ante la realización de actividades habituales, problemas de sueño como el insomnio, sentimiento de culpa y dificultad para concentrarse.
También encontramos el trastorno bipolar, caracterizado por cambios extremos en el estado de ánimo, que oscilan entre episodios de depresión y episodios de manía o hipomanía, estos últimos relacionados con una sensación de euforia excesiva, comportamientos impulsivos y pensamientos acelerados.
Si hablamos de trastornos del estado de ánimo de menor intensidad pero más persistentes que la depresión mayor, podríamos identificar el trastorno distímico. En él, las personas pueden experimentar síntomas depresivos durante la mayor parte del día.
Por último, encontramos un trastorno más frecuentemente diagnosticado en niños y adolescentes, caracterizado por episodios de irritabilidad frecuentes y cambios del estado de ánimo, así como episodios de ira y desafío ante figuras de autoridad, denominado trastorno disruptivo del estado de ánimo.
Consejos para mantener un buen estado de ánimo
Como ya comentamos al inicio del artículo, el descubrimiento del eje intestino-cerebro resalta la importancia de cuidar nuestra alimentación para contribuir en el mantenimiento de un estado de ánimo positivo.
Existe una estrecha relación entre la nutrición y la mente. Esto se debe a que nuestro microbioma intestinal, formado por una comunidad de microorganismos que habitan en el tracto digestivo, juega un importante papel. Dichos microorganismos son capaces de producir neurotransmisores y otras sustancias que modulan la actividad cerebral, influyendo en el estado de ánimo y también en nuestro comportamiento.
Esta compleja comunicación es muy significativa, y nos lleva a un interés creciente en el abordaje de la salud digestiva ante trastornos del estado de ánimo.
Haciendo modificaciones dietéticas, tratando adecuadamente las patologías digestivas que puedan coexistir, y utilizando probióticos con cepas que han demostrado tener efectos positivos en trastornos del estado de ánimo, como Lactobacillus rhamnosus, Bifidobacterium longum, Lactobacillus helveticus y Bifidobacterium infantis, presentes en productos como Probiotics 30 strains, contribuiremos en la resolución de un bajo estado de ánimo.
De la misma manera, es igual de importante que introduzcas en tu alimentación sustancias ricas en triptófano, precursor de la serotonina (presente en semillas de girasol, semillas de calabaza, lácteos, frutos secos como las avellanas, proteínas animales, aguacate, plátano…), así como probióticos y prebióticos, que alimenten a las bacterias buenas que van a formar parte de nuestra microbiota intestinal.
Asegura también que ingieres diversas fuentes de antioxidantes, ya que estos ayudan a combatir el estrés oxidativo, bien relacionado con la depresión y la ansiedad. Consume frutas y verduras de todos los colores posibles: Verdes (hojas también ricas en ácido fólico como la rúcula, escarola, espinacas, brócoli), rojas (boniato, pimiento, fresas, cerezas), moradas (berenjena, arándanos, moras silvestres…).
Consume alimentos fermentados, como el yogur, el kimchi (un gran desconocido, pero buen aliado para la correcta salud digestiva, al estar elaborado a partir de verduras lactofermentadas), el chucrut (col fermentada) y la kombucha (te recomiendo especialmente la de jengibre-limón, que te ayudará también a tener digestiones perfectas).
Por último, no podemos olvidar el chocolate negro. Cuando su contenido en cacao es superior al 80%, se asocia con una gran variedad de efectos positivos en el estado de ánimo como: Estimular la liberación de endorfinas en el cerebro, aumentar la producción de serotonina, reducir el estrés oxidativo por su contenido en flavonoides, y proporcionarnos sensación de placer.
¡Recuerda escoger versiones saludables como Chocolate negro 85% cacao o Chocolate negro 100%!
¡Como has visto, si queremos mantener un estado de ánimo positivo es vital aportar alimentos nutritivos y diversos, para cuidar así de nuestra microbiota!
Si te animas a poner en práctica estos consejos, cuéntanos los cambios
que observas :)