No es ningún secreto que la tarta de zanahoria está riquísima. A veces nos dejamos engañar por eso de “zanahoria” y pensamos que por incluirla será saludable, y no suele ser así. Por eso te traigo una alternativa que es mejor para ti pero que está igual de deliciosa.
INGREDIENTES DEL BIZCOCHO
- 180g de zanahoria
- 100g de azúcar de coco
- 80g de sirope de agave o miel
- 150g de aceite de coco
- 2 huevos
- 130g de harina
- 1 pizca de sal
- 1 cucharadita de canela
- ¼ de cucharadita de clavo molido
- ¼ de cucharadita de jengibre molido
- ¼ de cucharadita de nuez moscada
- 5g de levadura de repostería
- 100g de nueces
INGREDIENTES PARA EL FROSTING
- 225g de queso crema
- 60g de yogur griego
- 80g de sirope de agave
- ½ cucharadita de vainilla
Para esta receta, empezaremos batiendo los huevos con unas varillas eléctricas, hasta que blanqueen. Mientras los estamos montando vamos agregando poco a poco el azúcar, el agave, las especias, la sal y el aceite de coco. Cuando tengamos la mezcla lista, agregaremos la harina junto con la levadura, tamizándolas para que quede perfecta, así como la zanahoria rallada y las nueces. Incorporamos con movimientos envolventes, para integrar bien, pero sin mezclar más de la cuenta para evitar que el gluten se desarrolle, pues esto hará que el bizcocho quede menos esponjoso.
Precalentamos el horno a 180º con calor arriba y abajo y vertemos la mezcla en un molde (de unos 13cm aproximadamente). Cuando el horno esté precalentado metemos el molde y horneamos durante unos 45-50 minutos. Pasado este tiempo sacamos el bizcocho del horno, dejamos enfriar unos 10 minutos, y desmoldamos y dejamos enfriar en una rejilla.
Una vez que el bizcocho esté totalmente frío prepararemos el frosting. Simplemente tendremos que mezclar todos los ingredientes con ayuda de unas varillas eléctricas (o manuales, en su caso). Una vez que la textura del frosting quede homogénea, la tendremos lista para servir por encima de nuestro bizcocho de zanahoria. Para decorar, podéis agregar unas nueces y un poco más de zanahoria rallada por encima.
Con esto ya tendríamos lista nuestra tarta, que es perfecta para servirla con un buen té, y tomarla con buena compañía. ¿La merienda perfecta para tomar en invierno? Sin lugar a dudas.