La inflamación sostenida es un proceso que se esconde detrás de muchas patologías “modernas” como las patologías cardiovasculares, las enfermedades autoinmunes o las de tipo degenerativo. Si mantenemos nuestra inflamación a raya haremos buena prevención de todas estas patologías tan comunes y gozaremos de salud y bienestar.
¿Qué es la inflamación?
La inflamación es una respuesta del sistema inmunitario a infecciones, traumas y otras agresiones al cuerpo. Los glóbulos blancos se trasladan a la zona dañada y se crea el ambiente adecuado para que puedan llegar y actuar. Es decir que la inflamación en sí no es mala. Es una respuesta vital para el mantenimiento de nuestro equilibrio interno. Este tipo de inflamación es fisiológica y necesaria.
Pero podemos encontrarnos con otro panorama. Sea porque la causa de la inflamación es continua, o bien, que el organismo es incapaz de resolver la inflamación, nos podemos encontrar con inflamación crónica o sostenida.
¿Qué puede ocasionar una inflamación crónica y cómo evitarla?
Las causas de la inflamación crónica están muy ligadas a nuestro estilo de vida occidental.
- Empezando por el estrés. Una segregación continua de cortisol acaba provocando un estado pro-inflamatorio en el organismo.
- El segundo factor relacionado con la inflamación sostenida es la falta de sueño reparador, que puede favorecer un desajuste de nuestros relojes biológicos o ritmos circadianos, lo que acabará provocando un aumento de la inflamación. Necesitamos dormir mínimo 7 horas, para que los 3 ciclos de sueño sucedan, y todas las funciones de reparación y regeneración nocturna tengan su tiempo. Para que el sueño sea lo suficientemente profundo, es indispensable una buena segregación de melatonina, que estimulamos haciendo detox digital: unas dos horas antes de irnos a la cama desconectando de pantallas y luces brillantes. También puede ayudarnos la melatonina natural que podemos encontrar en el Vectidorm de Nutergia, que además lleva plantas sedantes para favorecer nuestro buen dormir.
- El sedentarismo es el otro aliado de la inflamación. Cuando no realizamos actividad física es más fácil que tengamos más inflamación crónica. El ejercicio físico es como un entrenamiento de la capacidad de inflamarse y desinflamarse del organismo. Por lo que no puede faltar en nuestro hábitos de salud unos buenos niveles de actividad física.
- Y finalmente, nuestra peor enemiga o mejor aliada, la microbiota intestinal. Una disbiosis intestinal puede estar detrás de que tengamos inflamación continuada, ya que el componente LPS de las membranas bacterianas puede unirse a los receptores que inician la cascada inflamatoria. Una microbiota desajustada es una de las causas de fondo de muchas patologías precisamente por su relación con la inflamación. El probiótico Enterelle es muy útil para empezar a poner orden en la microbiota.
¡Recuerda!
Si tomas medicación o tienes alguna patología, preguntar a tu médico de cabecera, médico especialista o profesional de la salud.
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